Posted On 08 Feb 2019
«Necesito el ingreso fijo para vivir»
«No se como hacerlo»
«No termino nada de lo que empiezo, siempre dejo todo por la mitad»
«nunca me fue bien en nada, no soy bueno para los negocios»
«soy desordenado y nunca encuentro tiempo para mi»
… eran tantas, que no había forma de pararlas. Y ahí estaba yo, sentado frente a una persona a la cual le veía un potencial tremendo y que estuve repitiendo excusas durante 3 horas.
No era un cliente, por lo tanto, no podía coachearlo. No hubiera funcionado si lo intentaba, ya que las sesiones funcionan cuando alguien manifiesta querer hacer un cambio y pide ayuda. No era esta precisamente el caso.
Le dije, muy vagamente, que esa idea que me había contado hace ya un tiempo, me gustaba, y que en mi opinión, podría ser muy redituable a mediano plazo. Que se le acabarían todos sus «problemas» financieros.
Pero… generó el efecto contraproducente:
«no se hacer relaciones con los demás, soy muy tímido y siempre que hablo me trabo»
«vos me conoces, siempre viví en el mismo lugar, eso de salir y conocer gente nueva no es para mi»
«vender tampoco se. Los vendedores son todos chantas»
«me gustaría hacerlo igual, ahora no es el momento, quizás mas adelante»
Era insoportable! Tenia que tomar una decisión: o seguía esa conversación deprimente, o hacia algo que pusiera en riesgo esa relación. Elegí lo segundo, ya que lo primero decidí hace tiempo no tenerlas mas. Después de todo, uno es el promedio de las 5 personas con las que se rodea.
Camine hasta el frezeer. Saque una lata de Stella Artois. Estaba helada. Serví parte de su contenido en mi vaso. Mientras, el seguía hablando. Ya no lo escuchaba. Tome de un sorbo mas de la mitad del vaso. Di otro más, y quedo un poco. Lo que quedaba, se lo tiré en la casa.
Esta historia que cuento – real, por cierto- ocurrió un verano atrás. Mi interlocutor sigue siendo mi amigo (sabe que estoy un poco loco, y le vino bien la cerveza en la cara) y hoy esta haciendo eso que decía que no sabia o podía hacer. No viene al caso que es lo que hace. Viene al caso, el como empezó a hacerlo.
Decimos en el Coaching, que el lenguaje genera realidad. Cuando decimos algo, sea esto cualquier cosa, el mundo deja de ser el que era y pasa a ser un mundo nuevo, donde eso que dijimos impactó para bien, o para mal. Pero, las palabras no son la realidad, sino que son una interpretación de la realidad. Cuando hablamos no solo describimos nuestra interpretación de la realidad, sino que también actuamos en consecuencia a esa realidad interpretada.
Decimos también en PNL (Programación Neuro Lingüistica) que si cambia lo que pienso, cambia lo que siento y cambia lo que puedo hacer. Y por ende, nuestros resultados cambian. Para cambiar entonces necesitamos reconocer que tipo de pensamientos tenemos.
Sabiendo esto, analicemos las estructuras de las excusas.
Estas habitan en el lenguaje. La excusa sólo es excusa cuando es dicha, y al decirla, nos aferramos a ella ya que es nuestra interpretación de la realidad. Y es precisamente de la manera en que esta es formulada, que nos puede dar los indicios para acabar con ella.
Veamos por ejemplo:
«Necesito el ingreso fijo para vivir»
Aquí encontramos que la excusa de «no hacer algo que quiero» esta basada en una necesidad. Necesito esto para hacer esto otro. Pero… para vivir, ¿se necesita un «ingreso fijo»? ¿o se necesita poder respirar?. Quizás, el ingreso fijo se necesita para poder pagar las cuentas, la comida y los servicios básicos. Y si es así, ¿cuantos ingresos debes tener para pagar las cuentas?
«No termino nada de lo que empiezo, siempre dejo todo por la mitad»
Acá la excusa esta basada en absolutismos. ¿No terminas nada? ¿Significa que si pongo un plato de comida frente tuyo, no lo terminas?. ¿Siempre dejas todo por la mitad? Entonces cuando viajas de un lugar a otro, ¿te bajas a mitad de camino?. Poner en contexto las cosas cambia el paradigma: «después de terminar el secundario, las seis cosas que estudie, las deje por la mitad»
«vender tampoco se. Los vendedores son todos chantas»
Bueno, esta es de todas la excusa que mas me divierte. Esta basada en la competencia de saber, y mezclada con otro absolutismo. Si hay algo que no sabes… ¿que podes hacer para saberlo? (Spolier alert: aprender!). ¿Todos los vendedores que conoces son chantas? (Si tu respuesta es si, revisa los juicios que tenes de los demas, o las personas con las que te juntas).
Para derribar las excusas que te estas contando, podes tomar este camino, que es un lugar donde las excusas se acaban y solo quedas tu y la posibilidad de tomar acción.
- Prestar atención a lo que decís, y analizarlo
Como te explique, el lenguaje crea realidad. Si tomas lo que decís a la ligera, estas tomando también a la ligera tu capacidad de crear realidad. Cuando te encuentres mencionando excusas como las que vimos hoy, solo podes repasar esa frase, y desmenuzarla. Una vez analizada la excusa, podrás abrirte a la posibilidad de aprender algo nuevo, cambiar un comportamiento, cambiar un juicio que tenes, o ampliar tu manera de ser. - Preguntarte ¿para que? te estas contando esa excusa.
Lee bien, no te pido que te preguntes «por que». Sino para que. Al excusarte de la manera que te excusas, ¿que buscas evitar?. No alcanza solo con analizar las excusas, sino para que no aparezcan nuevas, necesitas saber cual es el objetivo. Esta pregunta es tan poderosa que si realmente te comprometes con ella, tu mundo entero puede cambiar. - Cuidar tu lenguaje:
Cambia la manera en que te comunicas con el mundo. Pone las cosas en contexto. Cambia los «soy desordenado» por «cuando trabajo, debo aprender a ordenarme». Si cambias la manera en la que hablas, cambias la manera en la que te hablas. Y si cambias como te hablas, cambia lo que pensás. Y ya sabes como sigue la historieta.
Acabar con tus excusas es una decisión, la cual tenes que tomar y comprometerte con ella. Los pasos que te propongo, no son nada cómodos. (Pero bueno, ya sabes lo que pienso de la comodidad). Ahora bien, si empezas a darlos, las excusas van a empezar a agotarse, por lo que no te va quedar mas opción que tomar acción.
Te invito a que empieces a poner en práctica estos consejos. Y si queres que derribemos juntos tus excusas, te sumes a INCOMODO. En INCOMODO, no solo derribamos excusas, sino que las cambiamos por pensamientos que te acerquen a tus resultados mas deseados.
¿Cual es tu excusa actual? Escribila en los comentarios y desmenuzala!