Posted On 31 Oct 2018
Cuando tenia 15 años (cerca del año 95, cuando Internet comenzaba a llegar a los países sudamericanos), junto a mi amigo y entonces compañero del secundario Matías, a quien decimos «el Tano«, -y es ni mas ni menos quien me enseño los primeros programas de diseño- creamos una pagina web. Fue una idea de él, llamada el Altillo. Un portal donde pensábamos hablar de música, libros, cine… si mal no recuerdo. No voy a inventar, la memoria me es escasa, por lo que no recuerdo bien los pormenores del proyecto: si recuerdo que la teníamos en un hosting gratuito y nunca logramos sacarla.
A partir de ahí comenzó para mi un mundo totalmente nuevo. Descubrí que podía aprender a diseñar leyendo paginas en la web donde otras personas explicaban como se hacia tal o cual cosa -años después el mundo pasaría a llamarlos «tutoriales»-, acceder a información de otros países, descargar música, etc.
Me encantaba la música, pero a mis compañeros de colegio no le gustaban las mismas bandas que a mi. Fue así como navegando en la web encontre un «foro» donde pude conectarme con personas que compartían mis gustos por el rock, (el maldito rock!) y los recitales. Conocí a muchos compañeros y amigos que hoy siguen en la ruta gracias a eso.
Recuerdo también que como buen adolescente tenia ídolos, en ese momento «Los Piojos», banda de rock argentina, por lo cual cree una web sobre ellos: «Ciudad Piojosa» (año 1999-2003), sitio donde subía información de los recitales, anécdotas o información que iba llegando, con la idea que fuera un lugar para contactar con otros que como yo queríamos a ir a sus recitales y conocer personas nuevas.
Años después junto a unos cuantos amigos de ese momento hice tres programas de radio en distintas FM zonales que eran las primeras que comenzaban a emitir por Internet.
Así pasaron «La Jungla», «La Parabólica Humana» y «Llenos de Magia», programas que le permitieron experimentar por primera vez el maravilloso mundo de la radio a personas que hoy son excelentes productores y profesionales del medio.
Recuerdo que en esos años (2004-2008) para sumar oyentes a mis programas capturaba cuanto mail pasaba cerca mio y lo agregaba a una base de datos, y mandaba desde mi propia PC cada semana un flyer por correo electrónico. Como decimos los marketeros «spameaba a lo pavote«, pero rendía sus frutos. Gracias a esos programas pudimos hacer eventos y movidas solidarias, y era gracias a internet podía tener un hobby con oyentes, el cual no dejaba dinero pero si satisfacción (y muchas entradas gratis a recitales 🙂 ).
En el año 2002, laburaba con mi papa, un día vaya a saber que cagadaa me mandé por enésima vez, y mi viejo, cansado de mi adolescencia irresponsable me rajó… «para que aprenda lo que es salir a buscar laburo«… No le salio muy bien… «el Tano» ya estaba trabajando en una agencia de marketing digital y me consiguió una entrevista con su jefe.
Fue así como a sólo dos días de estar desempleado por primera vez en mi vida, estaba teniendo una reunión con su jefe y mostrando mi «portfolio» (que no era otra cosa que los flyers que enviaba para los programas de radio).
Sabía que no estaba a la altura de la calidad de los trabajos que buscaban, por lo cual me compre varios libros de la PC USER y me quedaba de noche aprendiendo más sobre HTML (un lenguaje de programación web), y Photoshop (el programa que la gente cree que hace magia). Es el día de hoy que sigo agradeciendo la piedad de Martín Giudice, que hizo caso omiso de esas piezas desastrosas y me dio la oportunidad de laburar en Giganet, lugar donde aprendí mucho sobre esta profesión y sobre todo de las herramientas de marketing por correo electrónico.
Y la historia de como seguí dando mis pasos a medida que las conexiones a Internet mejoraban lentamente es mucho mas larga, son pequeñas historias que tuvieron comienzo y final algunas, otras se siguen escribiendo como es el caso de Hornero, pero que en cada una tiene el mismo factor común: Internet me daba la herramienta que necesitaba cuando se me presentaba una necesidad.
Hoy, en el año 2018, hay un 49,7% de la población mundial* que no tiene excusas si realmente desea modificar su realidad. No existe en este medio ningún limitante para que una persona que tiene una necesidad, sea esta la necesidad que sea, no pueda resolverla usando internet.
No es fácil. Hay que estar acostumbrado a sentar el culo en la silla y no levantarlo por horas. Hay que aprender por cuenta propia y hay mucha información para seleccionar. Existen muchas distracciones, y no todos tenemos las mismas habilidades. Pero la realidad es que se solo se necesita de voluntad, paciencia y perseverancia. Porque en Internet podes aprender a hacer todo lo demás, y muchas veces, casi sin dinero.
Es cierto, Internet no va cultivar por vos la paciencia, la fuerza de voluntad ni la perseverancia. Pero en mi programa (online!) «iNCoMoDo» te voy a mostrar ejercicios súper valiosos para que aprendas a hacerlo. Reserva tu lugar ahora, y acaba -por Internet!- con tus excusas.
Links de referencia * El 49,7% de la población mundial tiene acceso a Internet, según este estudio. Web de Giganet